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Los Tres Technores











Texto: Diego Fernández y Eduardo Pérez Waasdorp
Fotos: Oscar Plaza
Reportaje realizado en el Hotel Silken Puerta America, Madrid

Aprovechando el paso de tres viejos amigos por Madrid, que jamás habían sido reunidos para ser entrevistados a la vez por un mismo medio de comunicación en ningún lugar del planeta, desde DJ MAG España quisimos ver cómo de verdad se las gastan concertando una entrevista a tres bandas con ellos. Este encuentro no sería algo destacable si los reunidos no fueran nada más y nada menos que “The Innovator”, “The Elevator” y “The Wizard”, tres leyendas vivas del techno y de la música electrónica de ayer, hoy y siempre. Estos “tres technores” han sido la cara visible del movimiento underground en Detroit durante más de 30 años de intenso trabajo, en los que bien por la situación social del momento o por el funcionamiento de la industria, las tres figuras han tenido que enfrentarse a todo tipo de trabas y movimientos generacionales hasta llegar a ser lo que son actualmente; los inventores de un sonido como el de Detroit, capaces de inspirar y revolucionar a miles de artistas de diferentes géneros musicales durante décadas.
En esta ocasión, reunimos por primera vez en la historia a Derrick May, Kevin Saunderson y Jeff Mills en el Hotel Silken Puerta América, más que para entrevistarles, para organizar una charla distendida en la que, de cara al fin de año, nos den su opinión sobre la situación actual de la música, su pasado, presente y futuro; de su ciudad, Detroit, de quiénes han sido sus influencias a lo largo de todos estos años, o de su entorno más cercano. Así pues, lo que en principio iba a ser una entrevista -haciendo un breve repaso retrospectivo de la escena techno procedente de la ciudad del motor con tres de sus máximos responsables- acabó convirtiéndose en una extensa y familiar charla de culto a tres bandas, repleta de historias increíbles y anécdotas que hasta ahora no habían visto la luz. Y es que tras más de una hora y media de conversación, he aquí el resultado. ¡Pasen y lean!

DJ MAG: Aunque muchos conozcamos cómo y dónde os conocisteis -Derrick y Kevin-, no sabemos cómo ambos llegasteis a conocer a Jeff...
Derrick: Kevin y yo íbamos al colegio juntos, -como bien conoceréis la historia del trío de Belleville- y también jugábamos al fútbol americano juntos en el equipo del colegio desde pequeños. A Jeff le conocía mínimamente porque ya por entonces era DJ. Puede que su historia sea diferente a la mía, pero yo le conocí porque mi madre se había mudado a la Avenida Jefferson, y durante esa época, en esta avenida había un edificio al otro lado de la calle que tenía un club que se llamaba ‘The Lady’. Un día estaba paseando por allí y escuché esa música que salía de dentro (tararea una melodía, que identifica como ‘Round Three’) y no sé qué estaba haciendo que conseguía que fuese adelante y atrás, todo el rato.  Esa creo que fue la primera vez que vi a Jeff, sin de verdad conocerle en persona.

Jeff: Sí... sí. Ya lo recuerdo. Aunque yo pensaba que nos habíamos conocido en The Institute...

Derrick: Quizá fue fuera del ‘Institute’ done empezamos a hablar. Porque que sepáis que Jeff tenía un apartamento, irónicamente, en el mismo edificio en el que yo solía vivir.

Kevin: Wow (Risas). De lo que se entera uno... ¿Y cómo fue que te conocí yo? ¿No fue por un primo? Creo recordar comprarte unos discos. Íbamos a la escuela al este de Michigan, yo sabía quién era porque estaba en la radio como yo y ambos hacíamos música, pero no sabía que era DJ.


LA INDUSTRIA DE AYER Y DE HOY
DJ MAG: Jeff, cuando te entrevistamos hace dos años, fuiste muy crítico con algunos de los locales de Detroit, como The Shelter, en el que se segregaba según la raza. ¿Todavía piensas eso? ¿Compartís esa opinión -Derrick y Kevin-?
Jeff: Sí, el dueño podía venir y decirte: “Oye, ¿podrías poner menos música negra?”. Eso le ha pasado a muchos DJs de la época; gente que conozco. Fue muy segregacionista. Y era una cuestión meramente de si eras blanco o negro, no era una cuestión de edad, código de vestimenta o similar; era algo racial.

Derrick: Exacto. Nos decían que apagásemos la música porque estaba entrando la gente equivocada (ríe irónicamente). Fue el fin de una época. Fue el inicio de nuestra era y el final de la época de nuestros padres y abuelos. Fue el final de ese racismo tan obvio y obtuso, donde esta gente se pensaba que tenía derecho, -los blancos en particular-, a decirnos a nuestra cara “parad de poner música de negros”. Era lo que querían decir; un mensaje muy claro.

DJMAG: En cambio,¿cómo veis la situación ahora? ¿Tanto ha cambiado desde años atrás? ¿Es posible que incluso se haya dado la vuelta a la tortilla y ahora se haya revertido?
Kevin: Ahora ha cambiado todo. Yo te puedo hablar de mi experiencia en la universidad, donde tenías fraternidades de blancos y de negros, y en las fraternidades de blancos se ponía punk rock, rock and roll etc.; y en las fraternidades de negros se escuchaba nuestra música. Lo que Juan (Atkins) hacía o lo que yo hacía no era música negra, era la música que nosotros considerábamos buena música; daba igual de donde viniese. Yo pinchaba en las fiestas de las fraternidades en aquella época por lo que no tengo esa experiencia que Derrick o Jeff puedan tener.

Derrick: De hecho, una vez, el tipo que me contrató para pinchar, -un tío llamado Sterling-, vino con una cara tristísima. Yo estaba pinchando, la fiesta iba de maravilla, y vino con un paquete de discos de Led Zeppelin, David Bowie, y demás música blanca, y me dijo “Derrick, pon esto tío”, y yo puse cara de sorpresa “¿A qué te refieres con que ponga esto?”, e insistió: “Derrick, de verdad, por favor, no preguntes, sólo ponlos”. Yo, por supuesto, me negué. Al fin de semana que viene, cuando fui a trabajar, ya había alguien ocupando mi puesto. Tenéis que entender que la cola que salía del local daba la vuelta a la manzana varias veces, y había chicos blancos y negros todos juntos, a los que se cobraba más entrada a la gente de color. Por ejemplo, a un chaval blanco le costaba cinco dólares algo que al chico negro le costaba 20. Y al dueño le daba igual. ¡Le daba igual! ¡¡Y estábamos en 1984!!

DJ MAG: Y en cuanto a los medios de comunicación, ¿Cuáles son vuestras sensaciones?
Jeff: Cuando hablamos de las revistas de música electrónica en EEUU, recuerdo hace 10 años con URB Magazine; estábamos haciendo promoción y estaba la cuestión de si nos hacían la portada o no. Y al final decidieron que no, que era muy normal, por lo que no podía aparecer en la portada de la revista. Eso pasaba.

Derrick: También había un programa de televisión, que quería hacer el típico reportaje de seguirme durante un día...de hecho, el programa trataba de la música de Detroit, y en él se seguía a los DJ en su vida diaria. Lo que pasó fue que como soy una persona de color, la cosa llegó hasta la dirección de la MTV y los ejecutivos dijeron: “Este tío no se droga, ni hace las típicas payasadas de borracho, no es un desastre. Necesitamos un tren en descarrilamiento, lo necesitamos, sino no lo queremos”. Mi punto es que siempre nos mantuvimos fieles a lo nuestro, y es bueno que la gente sepa esto sobre los artistas de Detroit. Está bien que hagamos estas cosas, y sé que esto va a sonar cursi, pero siempre hemos vivido con una filosofía más parecida a la de un caballero Jedi que de una estrella del rock.











DJ MAG: Hablando de programas de radio y televisión, hagamos un inciso para hablar de alguien que ha significado mucho en vuestras carreras, y más aún para la evolución y desarrollo del sonido procedente de Detroit. Nos referimos a ‘The Electrifiying Mojo’. ¿Sigue haciendo su programa de radio en Detroit?
Derrick: No hace mucho hablé con él para pedirle algún consejillo. Ya no lo hace, pero hora está haciendo algo que tiene que ver con anuncios de televisión etc...

Jeff: Creo que dejó el programa y comenzó a escribir varios libros.

DJ MAG: Y ahora que ha pasado tanto tiempo, y con el cambio en todo el funcionamiento de la industria o el consumo musical ¿consideráis que le debéis algo?
Jeff: Si, él fue uno de los grandes originarios y una de las máximas influencias por aquel entonces. Nosotros disfrutamos siempre de sus programas y qué decir tiene de nuestra generación. Lo curioso es que él se fijó, y mucho, en lo que hacía Juan (Atkins).

Kevin: Era un programa de radio único dirigido por un personaje único. No era como ninguna otra cosa que hubiera en la radio. Él mezclaba los discos, nos mostraba nuevos artistas, nueva música, nuevos álbumes; desde luego, no había nada parecido en la parilla diurna de la radio. Supongo que empecé a escuchar a Mojo porque en esa época estuve viviendo con Derrick. Y recuerdo que cuando llegaba la madrugada, Derrick sólo decía: “¡Vamos a donde Mojo! ¡Pon a Mojo! Da igual que el programa sea de madrugada y tengamos que ir al colegio el día siguiente; ¡Pon a Mojo! (Risas)”.

Derrick: Para mi Mojo fue muy importante. Ambos veníamos de entornos parecidos y siempre lo vimos como a un hermano mayor. Incluso me atrevería a decir que era mi crítico más duro, mandándome callar porque hablaba demasiado (Risas). ¡Imaginaos si tanto era así que me llamaba ‘Maythoven’! Pero en realidad nos llevábamos muy bien. A veces me pedía que le ayudase a organizar sus discos o cosas por el estilo. La verdad es que fue tan importante para nosotros...,nos enseñó a soñar y a afrontar esos sueños. Para nosotros era tan corriente y familiar que pensábamos que cada ciudad tenía su propio Mojo. Nunca se nos pasó por la cabeza el pensar que el resto del mundo no tenía acceso a Mojo.

DJ MAG: ¿Y cuáles son vuestros recuerdos de es- tudiar en el Instituto de Belleville? Contadnos un poco sobre el trío de Bellville. ¿Os sigue gustando apostar en la Super Bowl?
Derrick: ¡Venga hombre! (Carcajadas generales).

DJ MAG: Ya que tenemos a las dos partes juntas, os queríamos preguntar a Derrick y Kevin por ese pequeño incidente para aclarar la historia de una vez por todas...
Kevin: Yo no sé de qué me hablas...(Risas).

Derrick: Mi versión es esta: Yo tenía 13 años, y solía burlarme de Kevin todo el rato. Aun siendo colegas, me burlaba bastante de él. Por entonces, estaban echando una serie en televisión llamada ‘Roots’ y le puse un mote a Kevin sacado de un personaje de la serie, algo tonto, pero a él le daba igual. Kevin es el tipo grandullón de gran corazón que está en todos los grupos de amigos. Hacía falta mucho para cabrearle, incluso hoy hace falta mucho para hacerle estallar, pero cuando esto ocurre, lo mejor es apartarse de su camino (Risas). El caso es que él no hacía más que pedirme un dinero que un día habíamos apostado. Ya harto, una vez le contesté, delante de su novia, amigos etc. que no le iba a pagar nada. Esto le debió de molestar ya que era una situación en la que le estaba diciendo que no le iba a pagar, delante de más gente. Entonces Kevin le dijo a todos en el instituto que me iba a pegar una paliza (Risas). Todos sabían que me iba a pegar, él sabía que me iba a pegar, y el único que no estaba al tanto de nada era yo. Así que, en pocas palabras, me dio un buen puñetazo y besé el suelo; menos mal que a él le expulsaron del colegio por ello (Risas).

DJ MAG: Kevin, ¿algo que añadir?
Kevin: Lo ha contado bastante bien (risas). Fue una situación en la que estaba frustrado, con él comportándose como un idiota y llamándome todo tipo de cosas... además, ¡no iba a pagarme mi dinero!

Derrick: Y sigo sin pagar (Risas). Pero he de decir que Kevin me puso en mi sitio.

Kevin: (Risas) Creo que a partir de ese momento nos volvimos mejores amigos.

DJ MAG: Imaginamos que conoceréis un documental llamado ‘In Search For The Sugar Man’, que habla del artista de Detroit, Rodríguez, y sus aventuras y desventuras con la industria musical de aquel entonces. ¿Qué opináis de su historia? ¿Os suena de algo?¿Podría ser este caso el perfecto ejemplo de lo que está ocurriendo hoy en día, donde la industria es manejada por unos pocos y hay una persona enriqueciéndose a costa del trabajo de los demás?
Derrick: Oh sí, claro. Personalmente creo que es muy bonita, pero también muy triste. La verdad es que refleja a la perfección qué filosofía se gastaba en la industria musical en esos tiempos.

Jeff: Sí, es muy potente. Pero básicamente refleja la historia de la industria. Desde que llevo en ella, esta ha sido la constante. Las cosas empezaron a cambiar cuando se pudo subir contenidos a la web y el artista podía compartirlo directamente con el público. Pero así es y ha sido la industria. Es precisamente ésta y su modelo de negocio, sin contar los aspectos creativos, la que se ha encargado de desahuciar al propio artista.

Derrick: Pero Jeff, hablando del funcionamiento de la industria por aquella época, y teniendo en cuenta que más o menos el techno y house surgieron al mismo tiempo, ¿crees que los artistas de Detroit éramos más conscientes que los de Chicago en cuanto al aspecto de negocio musical y todo lo que eso conlleva? Me refiero a las ediciones, el cómo llevar un sello discográfico, el management, marketing... ¿creéis que fuimos nosotros los que manejamos mejor la situación? ¿Qué crees que nos ha hecho sobrevivir tanto tiempo?

Jeff: ¡Exacto! Ese es el legado de Motown.

DJ MAG: ¿Creéis que es por eso que vosotros sobrevivisteis sin trabas? ¿Gracias, en parte, a Motown?
Jeff: ¡Desde luego! Porque nosotros sabíamos que era posible gracias al trabajo de la generación anterior. Heredamos prácticamente todos los recursos; el mastering, el pressing, etc. Si ibas donde tus padres a decirles que querías hacer música, no sonaba como una locura, quizá sí que había algo de resistencia, pero no era suficientemente significativa. Ahora vivo en Chicago, y se puede ver la diferencia entre su mentalidad y la de Detroit. Kevin también vive en Chicago ahora, y puede constatar que hay una gran diferencia.

LA COMPETIVIDAD DE DETROIT
DJ MAG: ¿Pero, y a qué creéis que es debida semejante diferencia en las personalidades entre ambas ciudades: Chicago y Detroit? ¿Históricamente, no han crecido ambas ciudades paralelamente gracias a la emigración de la gente de color?
Derrick: Esto se remonta a mediados de 1900. La mentalidad de la gente de color del sur que se mudó al norte industrial de América – a Michigan – era muy diferente a la gente negra que se mudó a Chicago y su área metropolitana. No era algo que se aceptase con facilidad, pero la obligación de trabajar era necesaria, por lo que la gente se mudó a Detroit para conseguir ese trabajo, y hacer dinero al instante, que de inmediato revirtió en la comunidad. En nuestros barrios teníamos escuelas, doctores, tiendas, de todo. Y fue esa comunidad la que empezó a tener sueños y ambiciones, llevando esa mentalidad de querer crecer y progresar hasta cotas insospechadas. No sé qué pasó exactamente en Chicago, pero eso fue lo que pasó en Detroit. Y eso fue lo que hizo crecer el hambre a la siguiente generación de jóvenes negros; todos querían más y más. No querían vivir con sus padres, querían sus casas propias; querían cosas diferentes y eso nos dio los derechos a nosotros y a nuestros padres. Nos dio la confianza de pensar que podíamos hacer casi cualquier cosa. No es que nos considerásemos, en ningún caso, mejor que nadie, pero nos dio una mentalidad diferente a la hora de enfrentarnos y ver el mundo. No necesitamos a nadie que hiciera nada en nuestro nombre, ni nos importó nada ni nadie, tan sólo lo hicimos. Cuando vinimos a Europa la cosa fue distinta, pero en Detroit hicimos lo que quisimos.

Kevin: Sí que lo hicimos. Tan sólo queríamos tener el control de lo que hacíamos. Si queríamos poner un disco, no aceptábamos que nadie nos dijera si podíamos o no; eso no nos importaba, teníamos nuestros propios propósitos. De hecho, mi primer disco salió en el sello de Juan Atkins. Fui donde él y le dije “oye, quiero hacer mi propio disco. Yo puedo hacerlo, como todo el mundo”. Quería que me educara para saber qué es lo que estaba haciendo bien y mal. Quería mejorar. Y creo que esa fue siempre nuestra filosofía; la de Detroit en general.

DJ MAG: De hecho, mucha culpa de esta sensación de experimentación se debe a la libre usanza y a la independencia de la industria discográfica que compartió y acompañó a Juan Atkins, con su particular concepción del techno futurista con formaciones como Cybotron o Model 500, y su manera de entender la situación musical de entonces...
Derrick: Cierto. Casi todo el mérito es de Juan. Si no fuera por él, nada de esto hubiera pasado. Me acuerdo cuando aún éramos adolescentes y me dijo que iba a fundar su propio sello discográfico, y que se iba a llamar ‘Metroplex’; ¡con 13 años! Y ya sabía que iba a hacerlo, no sabía cómo, pero sabía que lo iba a hacer. Cuando las grandes discográficas le dieron la espalda en su lanzamiento del álbum de Cybotron –junto a Rick Davis– no poniendo su foto en la portada del álbum, Juan estalló y decidió emprender su camino en solitario. Si veis la portada de ese álbum, puedes ver a un tipo blanco corriendo desde el pasado al futuro; no hay ninguna foto de Juan ni en la portada, ni en la contraportada, ni en los lados... ¡por eso la gente – al principio – se pensaba que eran europeos! A partir de ahí, Juan dijo basta y comenzó un nuevo camino hasta entonces inexplorado. Este sería el punto de partida de la verdadera ola de techno underground de Detroit.

Kevin: Yo pensaba que en la portada había un robot (Risas).

DJ MAG: Es por eso que Juan es “The Originator”...
Kevin: Él estuvo allí, estuvo allí desde el principio. Él es el original. El hombre.

DJ MAG: ¿Qué significa Detroit para vosotros? ¿Creéis que podríais haber llegado a donde habéis llegado sin las influencias que la ciudad os ha proporcionado? ¿Y si hubieseis nacido en Europa?
Jeff: Detroit es donde lo aprendí todo. Cómo pinchar, cómo leer al público o cómo coger esa información y desenvolverme con ella. Todo aspecto de lo que hago a día de hoy, todo, lo aprendí en Detroit. También aprendí cómo se hacen las cosas en Europa, pero todo lo fundamental y las habilidades básicas me las dio Detroit. Por entonces, la situación era tan competitiva que si querías llegar a algo, no podías despistarte ni un momento.

Derrick: Creo que Jeff está siendo modesto. En realidad él siempre ha sido un intrépido; un valiente.

Jeff: Bueno, así es Detroit. Y es que ya podías ser bueno. Detroit no es ninguna broma. Cuando finalmente vinimos a Europa, fue todo un choque porque el cambio era brutal. La gente simplemente no entendía lo que estábamos haciendo. En ese sentido dimos un paso atrás. Yo, por ejemplo, ya dominaba tres o cuatro platos en 1984 – hasta las drum machines – yo ya dominaba todo eso, hasta el punto (risas) en el que yo ya estaba haciendo música en el 83-84. A veces es difícil explicar lo avanzados que estábamos porque éramos muy competitivos y las cosas que estábamos haciendo, en Europa ni siquiera se soñaban. Pero si estás compitiendo con gente de tu entorno y estas oyendo lo que pasa en Nueva York o Chicago, o bien aprendes a ser mejor que ellos, o simplemente te quedas atrás.

DJ MAG: Los 3 sois habéis llegado a lo más alto y seguí́s en la cresta de la ola con actuaciones por todo el mundo. ¿Qué habéis hecho para que vosotros sigáis ahí y gente como Eddie Fowlkes, Larry Levan etc. no hayan recibido ese mérito y reconocimiento por parte del público por toda esa contribución a la cultura electrónica?
Kevin: Yo pasé mucho tiempo viendo a Larry y la verdad es que era un visionario en cuanto a la selección artística de la sesión, pero llegó un punto en el que se quedó atrás. El rollo tanto de Larry como de Jellybean Benítez, etc. no era el nuevo concepto por el que nosotros nos movíamos. Lo nuestro era un nuevo sonido. Eddie Fowlkes en cambio es otra historia diferente. Siempre ha estado ahí, de hecho fue el primero de todos en ir a Japón a actuar.

Derrick: Además, Larry hubiese tenido mucha repercusión en el Reino Unido si no hubiese muerto tan joven; seguro que hubiese revolucionado la escena londinense. Tíos, Londres asaltó la escena house y se la apropió. Londres cambió la música house. Abrió el Ministry of Sound y fue la segunda casa para miles de ingleses. Y la mayor influencia de todo eso fue probablemente Larry. Si Larry no hubiera muerto, la escena house se hubiese desarrollado de otra manera.

DJ MAG: De hecho, Londres ha tenido mucho que ver en el desarrollo y funcionamiento de la industria electrónica desde entonces, fundando discográficas, agencias y compañías sin escrúpulos...
Derrick: Toda esa estructura empresarial y de negocio, que más tarde se expandiría al resto de Europa, es lo que hizo que Londres comenzara a manejar los hilos de la industria. En Detroit, en cambio, seguíamos fieles a nuestra filosofía y forma de entender el negocio musical. Pero sí que es verdad que cedimos ante la mierda del tema de los remixes. Ese fue nuestro gran error. Caer en las manos de los remixes. Dimos demasiado y eso nos ha pasado factura.

Jeff: Estoy totalmente de acuerdo contigo Derrick.

DJ MAG: Aludís mucho a la competitividad en general de aquella época en Detroit. ¿Y su público? ¿Tan exigente era?
Derrick: Sí, por eso hablamos de ser valientes. Esa es la mentalidad que te hace mejor persona, que te mantiene al día y que te hace escalar poco a poco. En Detroit si hacías una mezcla mala, la gente se piraba de la puta pista. Estamos hablando de una pista de baile a reventar y de pronto era como si la pista fuera el Mar Rojo; la gente se echaba a los lados y te quedabas solo. Una mala mezcla; eso es todo lo que hacía falta. Así eran las cosas cuando éramos jóvenes. Y los promotores ofrecían fiestas de calidad, muy bien organizadas con gente muy profesional, buenos equipos de sonido y grandes locales. La gente que vení́a a nuestras fiestas era de nuestra edad y venían alentados porque antes de ti ya habían actuado, por ejemplo, Delano Smith y otras leyendas de su talla. Es increíble que Detroit haya producido todo este talento, que se siga compartiendo y cambiando la música, produciendo definiciones de cómo hacer las cosas a día de hoy, y todo, en una ciudad que apenas supera el millón de personas. ¡Es increíble!

Kevin: Para mi Detroit fue algo diferente porque yo nací en Nueva York. Pero Detroit es de donde viene mi madre y toda mi familia. Es donde crecí durante gran parte de mi vida, es donde conocí a estos tíos y es mi mayor influencia musical. La verdad es que no sólo Detroit ha causado algo en mí, porque también volví a Nueva York y desarrollé parte de mi carrera allí, pero Detroit es sin duda pieza clave en mi historia particular. Creo que Detroit fue la culpable en que yo sacará mi faceta más competitiva y lo cierto es que mudarme allí supuso todo un giro para mi como artista, y como persona.



DJ MAG: Indudablemente la ciudad ha servido de caldo de cultivo para desarrollar la imaginación de cada individuo y exponenciar al máximo su creatividad en cuanto a la índole musical. Pero, ¿creéis vosotros que se le ha prestado la suficiente atención y reconocimiento a todo ese talento? ¿Os habéis sabido explotar a vosotros mismos como debierais?
Derrick: No sólo creatividad, es un estándar. No se nos ha prestado mucha atención quizá por que hay un poco de resentimiento. Cometimos un pequeño error al principio: pensábamos que entendíamos el negocio, pero nos faltaba entender su logística. No entendimos que teníamos que jugar a una especie de juego político para conseguir lo que queríamos. No es que nos hayamos desvanecido; al revés, nos ha dado longevidad. ¿Qué si nos hemos explotado a nosotros mismos? Quizá no del todo bien, pero si lo hubiésemos hecho, quizá no estaríamos donde estamos ahora. Todos esos aspectos del negocio que no teníamos ni conocíamos mantuvieron nuestro arte por encima de todo. Y eso es lo que nos ha mantenido en el tiempo. Jamás parecimos desesperados, nunca rogamos ni nunca pareció que necesitásemos a nadie. Nuestra actitud era la de querer estar allí y formar parte de todo ese entramado sociocultural competitivo. Esa era nuestra intención.

DJ MAG: Y ¿ha estado o está Europa preparada para esa visión procedente de Detroit? ¿Se ha planteado y consumido como se debería?
Jeff: Los años que pasamos en la radio tuvieron la culpa de nuestros conocimientos previos al empezar con la producción musical. Cuando comencé a producir, en los tiempos en los que trabajaba con Mike Banks, hacíamos unas cosas tan experimentales que de verdad no os lo creeríais. Ese avance tecnológico y nuestros conocimientos e interés por la experimentación fueron precisamente los que nos permitieron ir un paso por delante del resto del mundo. Sinceramente, nuestros conocimientos tecnológicos son tan abstractos que a veces no podemos ni expresarlos ni presentarlos como quisiéramos en Europa. Vuestro planteamiento está tan alejado del nuestro que nos perderíamos por el camino. Sé de sobra que durante la mayoría de mis actuaciones por Europa no puedo llegar a entregar lo que de verdad me gustaría por que se que la gente no está preparada; no es lo que quieren escuchar y tampoco quieren indagar hasta donde puede uno llegar. La gente no lo entendería.

Derrick: Os voy a poner un ejemplo. La primera vez que vine a actuar a España, creía que me iba a encontrar actuando para gente latina, y vine con mucha música funky, etc. Según entré en el club, vi a la gente volviéndose loca con un techno aplastante y machacón. De verdad, no lo entendía. Es una perspectiva totalmente diferente de cómo imaginamos que iba a ser, comparándola a cómo es. Creo que nosotros seguimos la perspectiva de Detroit y nuestra labor ha sido darla a conocer al mundo. Y creo que es por esto por lo que también sobrevivimos y seguimos estando donde estamos; por que seguimos fieles a nuestros principios sin subirnos a los carros de las distintas tendencias, modas, etc.

Kevin: Y es que creo que tampoco cabríamos en ninguna otra corriente, ni podríamos verlo desde otro perspectiva. Es que así es como lo hemos visto siempre y así lo veremos. Somos quienes somos y hacemos lo que hacemos.

PROYECTOS PARALELOS Y POLÉMICAS
DJ MAG: Hablando de proyectos paralelos, ya sabemos del proyecto de Jeff con la Orquesta de Montepellier pero lo que no sabíamos es que Derrick también quería hacerlo con su ‘Strings of Life’...
Derrick: Es algo que antes me rondaba la cabeza pero la verdad es que ya no le doy más vueltas. La verdad es que había varias orquestas interesadas en colaborar conmigo pero no lo tenía muy claro. Me encantó ver cuando lo hizo Jeff. Y en cierto modo, incluso me sirvió de inspiración para que yo sacara adelante mi proyecto. De hecho, me impresionó ver como Jeff conseguía sacar todo eso adelante...

DJ MAG: Jeff, el año pasado se publicó una entrevista de David Guetta en The Guardian, en el que devaluaba el trabajo de UR por y para la escena electrónica. ¿Qué opinas?
Jeff: Creo que David estaba siendo honesto. No está escrito en ninguna parte que las cosas se tengan que hacer de una manera determinada. La gente tiene sus razones, y Mike y yo hicimos lo que hicimos porque pensamos que era necesario hacerlo. Yo conozco a David, y aunque no lo parezca, tiene un conocimiento y un entendimiento musical muy profundo. Creo que lleva en el negocio lo suficiente y actualmente está guiándolo hacia su terreno. No hay una sola manera de hacer negocios, así que creo que cuanto antes entendamos eso, todo el mundo podrá dar un paso más allá.

DJ MAG: El Top 100 DJ Mag de este año resalta por su claro aroma procedente de los Países Bajos, con la masiva presencia de DJs holandeses. ¿A qué creéis que se debe? ¿Habéis echado un ojo a la lista?
Derrick: ¿No había ya muchos holandeses? En verdad ha sido siempre igual. Todo esto funciona gracias a las diferentes estrategias de marketing; allí está el negocio. Los holandeses son muy buenos con los negocios. Y porque es negocio, todos están intentando buscar al próximo Tiësto. El siguiente Jack...¿cómo era su nombre? ¿Jack in the Box ? (Risas).

DJMAG: ¿Afrojack?
Derrick: The Afrojack (Risas). Es un negocio. Es sólo un puto negocio. Incluso si entrásemos en esas listas, -lo cual sería algo rarísimo-, eso ya no nos afecta. Quizá nos afectaba al principio, porque sabíamos que estábamos trabajando durísimo pero ya no. En absoluto.

Kevin: En general, sigue siendo un negocio para todo el mundo. Puede que tengamos un poco más de pasión...

Jeff: Ya llevamos 20 años de estas votaciones, y si la gente todavía no se ha dado cuenta de que todo esto responde a un patrón, y del fin para el que se crean y cómo se usan, creo que no se pueden usar como referencia. Pero no se trata sólo del Top 100, hay muchas cosas en esta industria que se parecen. Actualmente, las compañías siguen pagando por estar en la cima y continúan tratando de convertirse el número 1 por ganar el dinero; pero esto ha existido siempre. No es nada nuevo.

DJ MAG: Sin embargo, sí que ha habido un cambio. ¿Acaso las agencias y compañías de hoy en día no funcionan también así? Eso sí que ha cambiado a lo largo de estos años. Nos referimos a que probablemente vuestras agencias también quieran la mayor repercusión de vuestros trabajos, luchando con prensa especializada para aparecer en ‘X’ sitios concretos o tener ‘X’ bolos al mes...
Derrick: ¡Exacto! Y es curioso por que con la chica con la que trabajo ahora en la agencia, tiene un poco esa mentalidad. Tenemos una forma de entender el negocio diferente. Probablemente la mía sea a la antigua, pero discutimos bastante cuando veo que no va por el camino que yo sigo y he seguido a lo largo de estos años.

Jeff: La pregunta en realidad es si realmente lo necesitamos. ¿Necesitamos funcionar así para sobresalir ante los demás? ¿Necesitamos vendernos al mejor postor? En absoluto. Creo que toda esta forma de trabajar radica un poco en el estilo Europeo, que responde a una necesidad de tener un número 1, un número 2 etc...

Derrick: Y es que al final, lo único que me alegra saber de estos charts es que la gente nos respeta. En cierto modo, creo que somos los Djs de los Djs. El honor de ser los músicos de referencia de los músicos actuales. Creo que todo lo demás no importa.

2013, SUMA Y SIGUE
DJ MAG: ¿Cómo no os van a respetar? Tanto es así que seguís dando guerra en pleno 2013. ¿qué tal os veis respecto años atrás? ¿Qué tal ha ido el 2013?
Jeff: ¡Muy bien! Este año he lanzado Jungle Planet. Es un capítulo de una historia que escribí – el capítulo 6 – y va sobre el fin de la Humanidad. El álbum se mueve en torno a la idea del último humano con vida siendo el guía de este viaje sonoro. Todo viene en un USB cúbico y negro de edición limitada.

DJ MAG: Que imaginamos ya está agotado...

Jeff: Si, ya lo siento. (Risas).

DJ MAG: Y tu Kevin, ¿cómo fue el 25 aniversario de tu sello KMS?
Kevin: Estuvo genial. Fueron grandes fiestas, conseguimos juntar a buena gente, y lanzamos una compilación; me faltaría tiempo para describíroslo en tan poco tiempo. Si te soy sincero, nunca pensamos que podríamos llegar  hasta aquí; hasta el día de hoy. Nunca hubiese soñado que 26 años después aun estaría por aquí haciendo música y viajando por el mundo, escuchando diariamente la música de otros artistas. La misión siempre ha sido dejar que la música se difunda sola; dejar que la gente la escuche.

DJ MAG: ¿Y Transmat, Derrick?
Derrick: Estamos sacando un par de discos al año así que la cosa no va mal. No hace falta más. Teníamos hace unos años a Zack Khothoresky, que lo hizo muy bien, y ahora es un respetado músico que vive en Berlín. Para mí, la idea de un sello discográfico es tener buena gente que se siente y aporte ideas. Y sinceramente, creo que esa idea ha desaparecido un poco. Tengo la motivación de hacer algo más grande; es un sentimiento diferente, no quiero limitarme únicamente a hacer música sino sentirme motivado, idear el trabajo artístico, el concepto... quiero emocionarme y que sea algo especial.

LOS ASPECTOS MÁS ÍNTIMOS
DJ MAG: Saliéndonos del aspecto profesional y adentrándonos, aunque sea un poco, en el aspecto familiar, ¿cómo lleva la familia que su padre o marido pasen demasiado tiempo fuera de casa, viajando entre diferentes franjas horarios durante más de 20 años? ¿Cómo valoráis el apoyo de vuestros familiares más cercanos?
Kevin: Mi madre no lo entendió hasta bien tarde. Siempre me decía que por qué no me buscaba un trabajo de verdad (Risas). Es irónico, porque ella quería ser cantante. Ella solía ir a clubes a cantar pero como no triunfó. Quería que yo siguiese el camino más recto posible. Y es que según ella, el arte no era precisamente el camino adecuado. Pero por otra parte, mi hermano entendía mucho de tecnología y yo le contaba lo que quería hacer. Él me aconsejaba sobre qué equipos y máquinas comprar, y tenía una conexión diferente; y por supuesto más apoyo. Ahora en cambio mi madre se queja por que viajo demasiado (Risas).

Derrick: Yo siempre la mantuve en la ignorancia. No hubiera funcionado si se lo hubiera dicho. Por eso desaparecí, me fui a Chicago, y estuve muchos años por mi cuenta antes de que se lo dijera. Mantuve a toda mi familia sin saberlo, en verdad, hasta el punto que se pensaron que andaba en cosas raras. Me hicieron coger un trabajo, vendiendo teles, y ya me volví a Detroit.

Jeff: Mi madre está muy contenta de que esté trabajando, sano y haciendo dinero fuera de las calles, de forma totalmente legal. Me fui de casa muy joven, con 20 años, y todos siempre supieron que me ganaría la vida haciendo música.

DJ MAG: ¿Y vuestros hijos? ¿Cómo lo ven? ¿Son conscientes? ¿Sentís que pueden recoger el testigo en un futuro?
Derrick: La mía todavía es muy pequeña para poder predecir nada. Tiene sólo 9 años.

Jeff: La mía escucha música electrónica, pero sin duda, si tengo que apostar, apostaría por los hijo de Kevin. ¡Son Djs! Tanto tiempo en el estudio y en backstages que parecen haberle cogido el gustillo.

Kevin: ¡Sí! Es increíble. Están muy motivados. Es muy positivo. Es una buena pregunta. Todo lo que veo en mis hijos lo veo en mí, por lo que intento no darles demasiadas pistas sobre la música, que es siempre lo primero que me preguntan. Les suelo decir “ve y míralo en YouTube” (risas) porque no voy a darles información sin más para que vayan y lo miren. Quiero ver cómo lo descubren y llegan hasta ello, y como se apasionan. En espacio de año y medio mi hijo ya hace cosa de diez canciones al día. Y no baja el ritmo. Es algo que han absorbido inconscientemente al estar rodeados por música todo el día.

DJ MAG: Así que te piden consejos...¿y os los dan también? ¿Escuchas cuando te hablan de su forma de entender la música electrónica?
Kevin: Escucho lo que tienen que decir porque son jóvenes y tienen una perspectiva diferente. Intento no ir en plan de ‘sabelotodo’, porque no es así. Tengo mucha experiencia, y la comparto con ellos. Les digo si creo que algo es apropiado o no, e intento también escuchar lo que me dicen, sí.

DJ MAG: Y es que la familia no es sólo uno de los factores más adversos en la vida de un Dj. La concepción del tiempo, viajando por diferentes franjas horarias continuamente también es un enemigo para vosotros...
Jeff: Cuando viajas tan frecuentemente alrededor del mundo, tu concepción de la noción del poder estar en varios lugares a la vez cambia, porque puedes llegar a estar en tres fiestas en una misma noche, y en tres países diferentes; todo ello desarrollo en “tiempo” propio diferente. Es difícil para otra gente pero para nosotros ya es costumbre. En nuestro caso, hasta el concepto de los días de la semana parece no importar mucho.

Derrick: En mi caso, mi vara de medir el tiempo ahora es mi hija. Viéndola crecer, es un tipo de “tiempo” totalmente nuevo para mí (risas). Voy, vuelvo, su voz cambia, su pelo, sus dedos se hacen más largos. La última vez que la vi, que puede que fuese hace dos semanas, noté como va cambiando y eso sólo puedes apreciarlo cuando no estas con alguien durante un tiempo. Es casi surrealista; es como si alguien hubiera jugado con su cuerpo como si de plastilina se tratase (Risas). Es muy raro, significa que tenemos un “tiempo” muy distinto.

DJ MAG: Y ¿ellos preguntan por sus padres? ¿Son conscientes de quiénes sois y lo que habéis hecho por la el mundo de la música?
Derrick: Claro tío, esto es la vida. Esta es la vida que hemos elegido. Esta era mi vida mucho antes de que mi niña viniera al mundo. Todavía estaba en mis pelotillas cuando todo esto empezó (risas). ¡Ya tendrán tiempo de saber quien son sus padres en un futuro!

Kevin & Jeff: ¡Exacto! Aunque sean jóvenes, ya nos conocerán por nuestros respectivos legados.


Es irónico pensar qué hubiera pasado si Jeff Mills y Derrick May no hubieran charlado fuera de The Institute sobre esa novia de Mills que quería que se deshiciese de un piano. ¿Qué hubiera pasado si Derrick y Kevin se hubieran reventado las caras por la apuesta de la Super Bowl? ¿Qué nos quedaría si ellos se hubieran rendido ante la todopoderosa industria discográfica de la época? ¿O si May hubiese cedido ante el chantaje de los discos en The Shelter? Son cosas que ya nunca sabremos, y que afortunadamente, para el bien de la música, pasaron como pasaron.
Estos tres titanes han sobrevivido al racismo exacerbado, a una ciudad en decadencia, a los envites de todas las fuerzas que no querían que su música llegase a nosotros, y aun así siguieron luchando, siguieron creando, siguieron elevando, siguieron innovando y siguieron haciendo su magia para darnos a nosotros un pedacito de esas melodías techs celestiales que sólo surgen en la cabeza de elegidos como ellos. ¿Habrá más como ellos? ¿Surgirán más en el futuro, o son ya una especie en extinción? Por nuestro bien y el de todos los amantes de la música, esperemos estar equivocados... 



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Autor pablo vallejos

dejanos tu comentario ! "y quedate escuchando " Faktory Fm.
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1 comentarios:

  1. muyyyyy larga la nota pero muyy!! buena !!! los tress unoss grosos!!!!

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